FOTO TOMADA DE LA RONDA CAMPESINA DE Chuppac, Huancavelica

LAS RONDAS CAMPESINAS EN ANDAMARCA

Las rondas campesinas se constituyeron como una forma de acción colectiva, capaces de tomar decisiones en las condiciones más adversas. Son a fin de cuentas, un movimiento social.

Jhonatan L. Salazar Fernández

Publicado: 2014-11-03

Andamarca es uno de los 14 distritos de la provincia de Concepción, ubicado en el corazón de los Andes centrales de la Región Junín. Durante la invasión chilena al Perú perteneció a Comas como anexo, siendo su población protagonista en la emboscada de “Sierra Lume”. El 5 de marzo de 1930 mediante Ley N° 6794 es elevada a categoría de distrito perteneciente a la provincia de Jauja, finalmente formaría parte de la provincia de Concepción. 

La historia de la violencia política narra que las huestes de Sendero Luminoso llegaron al distrito de Andamarca el 3 de junio de 1987 procedentes de Comas, realizando antes una intervención militar en Ronatullo. Se presentaron 3 varones liderados por el camarada “Abel” quien tenía la misión de hacer presencia e intervención en esta parte del país. Su primera aparición la realizan en el antiguo colegio exigiendo al profesor Lozano nombres y lugares de domicilio de las autoridades. De aquel momento la población no ha podido vivir en paz, muchos se sumaron a este cometido; otros que empezaban a asentarse en el distrito retornarían a las alturas a continuar con el pastoreo y el cultivo de la chacra; y no pocas familias se trasladaron a las ciudades en busca de amparo y seguridad. 

La ideología senderista, sintetizada en el “pensamiento Gonzalo” estaba sustentada en un maniqueísmo extremo que consideraba a toda institución y grupo social no controlada por el PCP-SL como un enemigo absoluto y lo convertía en un objetivo militar… (Hatun Willakuy, 2004:39) 

Por efectos de los atropellos, arremetidas y abusos cometidos, el 2 de marzo de 1990 en el Anexo de San Juan se da el primer agrupamiento alrededor de las rondas campesinas. Su conformación fue liderada por pobladores de Pucacocha. El registro de la historia ha olvidado u ocultado los nombres de sus dirigentes, pudiendo mencionarse a Enrique Leopoldo Tafur, Leoncio y Guillermo Campos. Para su conformación debieron de idear una estrategia bien planificada que consistía en aprender el manejo de las armas de fuego que les enseñarían los senderistas y luego las utilizarían en contra de ellos. 

Para su cometido, la población dio apertura a los senderistas y, una vez aprendido el manejo de las armas, en reunión secreta de la población determinan realizar un encuentro de futbol, con la intención de distraer a los senderistas; para ello un poblador escondido tenían que disparar la retrocarga del que se habían apoderado y la población debería dar gritos de alarma por la cercanía falsa de los militares, ocasionando el susto en los senderistas que escaparían en diferentes direcciones dejando sus armas al descubierto para los pobladores. La estrategia no debería permitir errores, de lo contrario sus vidas terminarían en las fosas comunes o arrojadas en la intemperie para los perros. 

El forcejeo entre pobladores y terroristas dejo saldos de heridos y muertos, Juan o el camarada “gringo” o “español” logro huir ensangrentado bajo el resguardo de una mujer a las alturas de Palia. Los ronderos no dieron tregua, he irían en su búsqueda, logrando matar a la mujer y apresar a Juan siendo conducido a San Juan. En el pueblo, con la población enardecida lo mataron cortándole cada una de las extremidades. Entre sus pertenencias se encontró su documento de identificación que indicaba Miraflores, Lima como su lugar de nacimiento.

Al gestarse esta muestra de heroicidad, los ronderos constituyen los “chasquis”, que serían los propios pobladores encargados de salir a los anexos de Pucacocha, Huancamachay y otros, llevando la novedad de sus acciones emprendidas. Por su parte los ronderos de San Juan descendieron de las alturas hacia los anexos de Pucacocha, Matapa y Lauca, teniendo como intención dar el golpe final en Andamarca como respuesta viva a un grupo perverso que se extendía sin las consideraciones humanas. Mario Flores, activo miembro de la subversión pidió e imploró perdón a los ronderos de dejarlo vivo, pero más pudo la exterminación del grupo subversivo y le dieron muerte.

Meses después, los terroristas liderados por el camarada “Abel” llegaron a la casa de una pobladora en el anexo de San Fernando, obligándola a prepararles la cena y proveerles de alojamiento por esa noche. La señora logra comunicar a los ronderos y sinchis de la ubicación de los senderistas. El contingente se moviliza y tienden una emboscada: arrojan una granada y arremeten con disparos sobre la casa. La consecuencia de la intervención da como resultado la captura del camarada “Abel” a quien lo matan después de propinarle incesante maltrato físico. 

La conformación de la ronda campesina sirvió para la intervención efectiva del ejército, ya que estos últimos desconocían las rutas de acceso y la geografía agreste de la zona. Por lo cual, en Andamarca quien ganó la guerra son las rondas campesinas, los llamados héroes anónimos, que actuaron de voluntad propia que frustraron el libreto del grupo terrorista. Todo ello confluyó en el debilitamiento de esta facción y facilitó la captura del camarada “Gonzalo” y por ende su expulsión de la sociedad. 

Las rondas campesinas se constituyeron como una forma de acción colectiva, capaces de tomar decisiones en las condiciones más adversas. Son a fin de cuentas, un movimiento social.

Publicado en la Revista "Incontrastable" Agosto de 2014. Año 1, N° 4, pp. 26 – 27. Huancayo


Escrito por

Jhonatan Salazar Fernández

Sociólogo de profesión


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